
06Ago
Me gusta el campo
06/08/2023 - Ignacio Iriarte
Se alinearon los planetas y la hacienda recuperó pesos antes de lo previsto
Se adelantó el proceso de
recuperación de los precios. Pese a que la oferta forrajera sigue siendo
crítica en gran parte del país, la oferta de gordo –especialmente de vacas y
novillos– ha comenzado a caer.
Se
trata de una tendencia que se acentuaría en las próximas semanas y meses.
Esta suba inicial de los
precios, del 25% promedio, y que es modesta considerando el atraso acumulado y
una inflación del 7-9% mensual, se dio en buena parte por la incertidumbre
generada por el mismo Gobierno (dólar agro, dólar maíz, devaluación selectiva),
como así también por las lluvias y por las expectativas de una devaluación.
Ante
la incertidumbre, se restringe la oferta, los precios aumentan y el proceso
alcista se realimenta. Incertidumbre climática, electoral, cambiaria, política,
pronóstico de lluvias.
De
acá en más, se abre un panorama de oferta ganadera declinante, inflación
creciente, huida de la moneda local, mayor tasa de interés, reposición escasa y
cara.
Además
de un aumento en la receptividad de los campos, que aumentará el margen de
maniobra de criadores –que retendrán– y de compradores pastoriles, que
intentarán reponer todo lo que vendan.
Como telón de fondo, un
drástico cambio de política económica y una cada vez más posible devaluación.
Será una incertidumbre insoportable que llevará a refugiarse en el activo
hacienda.
La
recuperación de los precios reales de la hacienda ya ha comenzado; no se dará
por el aumento de la demanda, sino por una fuerte restricción de la oferta.
Todo
lo que se vendió en exceso desde mediados del año pasado, a causa de la seca,
faltará de acá en adelante, especialmente en el año próximo. Mejor perspectiva
para la ganadería, especialmente para los criadores.
NOVILLOS Y VACAS, EN RETIRADA
En
una reciente reunión en un frigorífico exportador, el jefe de compras de
hacienda informó al directorio que en 2024 y en 2025 la oferta de vacas va a
caer un 20% anual y la de novillos, entre un 7% y 10% anual.
En
el caso de las vacas, opinó que apenas el clima se regularice los criadores
dejarán de vender vientres útiles, y que la faena de esta categoría caerá de
los 250 mil a 300 mil cabezas actuales a un valor entre 180 mil y 200 mil vacas
mensuales.
“Se producirá una marcada
retención porque los criadores tendrán campo y querrán volver al stock de
vientres de equilibrio de cada establecimiento”, adelantó.
En
cuanto a los novillos, en algún momento del segundo semestre comenzarán a caer,
porque se ha matado mucha cantidad y porque el destete 2024 será entre 7% y 10%
inferior al del 2023, por lo que inexorablemente, si cae el destete, caerá
luego a lo largo de los meses la faena de machos.
Sostuvo,
además, que la producción de carne de la Argentina va a caer el año próximo
entre 200 mil y 250 mil toneladas con respecto al año 2023.
Se
trata de un indicador propio de una fase de retención del ciclo ganadero,
retención que ya se comenzará a ver en los últimos meses de 2023, pero
especialmente en 2024 y en 2025.
Hemos
perdido no menos de dos millones de cabezas a causa de la seca, y los
ganaderos, que en su mayoría están sólidos financieramente, se dedicarán,
apenas los campos mejoren, a recomponer el stock.
“La
escasez de ganado podría ser más acentuada –agregó el jefe de compras– si la
caída en el destete 2024 resultara mayor a los 1,5 millones de terneros que hoy
se calcula”.
Muchos
productores, proveedores del frigorífico, han tenido una baja en la preñez muy
superior al 10%-12%.
“Podríamos
entonces estar experimentando una caída importante de la oferta ganadera en los
dos años que vienen”, reveló.