23Set
Informes de Salvador Di Stefano
23/09/2022 - Julieta Colella
En qué afecta a mi economía cotidiana el déficit gemelo
Argentina, hace
algunos meses, viene transitando la situación de déficits gemelos. Esto ocurre
cuando una economía presenta, de forma simultánea, resultados negativos, tanto
en sus cuentas públicas, es decir gasta más de lo que le ingresa, como en la
balanza comercial, es decir que importa más de lo que exporta.
Esta situación
representa problemas estructurales, los cuales necesitarían soluciones de
fondo, cambios que realmente puedan llegar a solucionarlos y no soluciones que
se van emparchando, como generalmente ocurre en Argentina.
Recientemente el
Ministerio de Economía publicó el resultado de las cuentas públicas al mes de
agosto. En el período de referencia, los ingresos totales ascendieron a
$1.278.183 M y presentaron una variación interanual de 73,7% frente a agosto de
2021, crecimiento que se encontró afectado por la recaudación del Aporte
Solidario y Extraordinario durante agosto de 2021. En el acumulado de 12 meses
los ingresos totales ascendieron al 17,3% del PBI, asumiendo un producto bruto
de $70.000.000 M, medido a precios corrientes, al tercer trimestre del año.
Dicha relación mejoró en 0,8 puntos porcentuales respecto al mes anterior.
Con respecto a los
gastos totales alcanzaron los $1.488.234 M y significaron una suba de 72,9% respecto
al mismo mes del año anterior. Por su parte, en un año, se acumularon gastos
totales por más de $14 mil M, equivalente al 20,0% del PBI; 18,6% representa a
los gastos corrientes, mientras que el saldo restante al gasto de capital.
Lo que venimos
viendo en los montos acumulados durante un año es que, al margen de que el
total que se gasta es superior a lo que ingresa, el ritmo al que vienen
creciendo los gastos es superior a la tasa a la que crecen los ingresos, por lo
que, si esta tendencia se mantiene en el tiempo, la diferencia no se achicará.
De esta forma,
durante el octavo mes del año, el Sector Público Nacional registró un déficit
primario de $210.052 M. Así, entre enero y agosto se acumula un déficit
primario de $1.101.336 M. Por su parte, considerando el pago de intereses, el
déficit total asciende a $370.104 M. En el último año, el déficit primario fue
equivalente a 2,8% del producto, los intereses 1,5% y el déficit total 4,2%.
Por el lado de la
balanza comercial es el tercer mes consecutivo que presenta déficit. En junio
la diferencia entre lo exportado y lo importado fue U$S 115 M, al mes siguiente
ascendió a U$S 437 M, ahora se ubicó en U$S 300 M. En agosto las exportaciones
fueron U$S 7.537 M, disminuyeron 6,9% respecto a igual mes de 2021 (-562
millones de dólares) debido a un descenso de 16,9% en las cantidades y un
incremento de 11,9% en los precios.
Durante el mismo
mes las importaciones ascendieron a U$S 7.837 M, se incrementaron 36,2%
respecto a igual mes del año anterior (2.083 millones de dólares), como
consecuencia de una suba de 15,3% en los precios y de 18,2% en las cantidades.
Al igual que como ocurre con las cuentas públicas, hace tiempo que las
importaciones vienen creciendo a un ritmo superior que las exportaciones.
En este punto, la
economía argentina está acostumbrada a tener superávit en su balanza comercial,
a exportar más de lo que importa, por ende, a que ingresen mayores dólares que
los que salen. Esta decisión de atrasar el tipo de cambio tiene su consecuencia
directa en que, quien venda al exterior, no tenga ningún tipo de incentivo a
hacerlo, mientras que, por el contrario, para el importador sea totalmente
beneficiosa esta situación. El problema de todo esto radica en la escasez de
reservas del Banco Central.
Dicho todo esto, es
importante entender cómo, el hecho de que la economía argentina tenga déficits
gemelos, es una situación que afecta a la economía cotidiana y finanzas
personas de todos sus ciudadanos.
Principalmente el
problema radica en que el déficit fiscal necesita ser cubierto de alguna forma.
Argentina no cuenta con la posibilidad de pedir crédito externo y, cuando
intenta buscar financiamiento interno, el mercado le pide cada vez más tasas
altas, como respuesta al alto nivel de desconfianza. Por lo tanto, como una
tercer vía, recurre a la emisión monetaria. La consecuencia directa de la
emisión monetaria es mayor inflación. A medida que la economía argentina siga presentado
déficit en sus cuentas públicas, y a medida en que el gobierno solo cubra dicha
diferencia negativa con emisión monetaria, va a ser prácticamente imposible que
la inflación ceda. Por este motivo es que las proyecciones se ubican en una
inflación en torno al 100,0% para fin de año.
Por otro lado, el
problema de déficit de balanza comercial se traduce en menos dólares y, por
ende, en menos reservas en el BCRA. A medida que el Banco Central tenga menos
dólares, la consecuencia directa será mayores restricciones para seguir
restringiendo el acceso al mercado cambiario. Cada vez menos personas podrán
acceder, tanto al dólar oficial, como a los dólares alternativos; situación que
ya se empezó a ver. A su vez, siguen los rumores de un dólar turista mucho más
alto, por lo que para todos aquellos que estén pensando en viajar o tengan que
afrontar algún gasto en el exterior, seguramente tengan que enfrentarse a tipo
de cambio superior.
Como conclusión,
del problema estructural de déficit gemelos que transita la economía argentina,
se desprende mayor emisión y, por ende, en mayor inflación, así como menos
dólares y, por ende, mayores restricciones al acceso de divisas. Hasta que no
venga un gobierno dispuesto a aplicar medidas de fondo, soluciones que verdaderamente
resuelvan los problemas estructurales, seguiremos transitando por los mismos
problemas de siempre.