
26Jun
Me gusta el campo
26/06/2022 - Ignacio Iriarte
El novillo y el ternero ya dejaron atrás a los máximos históricos
La oferta ganadera
es algo más alta, el consumo está a la defensiva y la exportación ha perdido
fuerza: el tipo de cambio se ha atrasado marcadamente, los precios FOB
experimentan una nueva baja y la demanda china, si bien todavía es muy alta,
parece estar acusando los efectos de las estrictas cuarentenas.
Además, si no llueve en las
próximas semanas, nuestra ganadería entraría en un mercado “climático”; la seca
y los intensos fríos han achicado mucho la receptividad de los campos.
Los precios actuales del ganado gordo se están comportando de acuerdo a la estacionalidad: tocaron un máximo en marzo pasado y desde entonces han retrocedido doblemente, en términos corrientes y en términos reales.
El precio que se toma una
pausa
El precio de la hacienda,
después de subir durante dos años y medio casi sin interrupción, ahora parece
tomarse una pausa.
Se habría tocado un techo en términos reales un par de meses atrás, y en las últimas semanas -y a partir de estos altos niveles- los valores del ganado están siendo erosionados por una inflación muy alta.
Los fundamentals siguen
siendo positivos, pero la inflación, el atraso cambiario y la política china de
covid 0, están afectando los valores reales del ganado.
En los últimos 12 meses, o
sea entre junio del 2021 y junio del 2022, la inflación (IPC) fue del 63 por
ciento, mientras que el precio del novillito subió un 70 por ciento y el
ternero de invernada (180-200 kilos) se valorizó un 64 por ciento.
Un índice ponderado de
Insumos Ganaderos (personal, praderas, verdeos de invierno, maíz, silaje de
maíz, confección de rollos, alambre AR, y gasoil) se incrementó en forma
interanual un 66,6 por ciento.
También en los últimos 12
meses, este mismo índice de Insumos Ganaderos en dólares oficiales subió un
32,4 por ciento.
LOS PRECIOS REALES DEJARON DE SUBIR
Aunque siguen siendo muy
altos en términos históricos, los precios reales de la hacienda han dejado de
subir, y a moneda constante ya no son los más altos de la serie.
Los valores actuales son
superados, para el período 2005-2021, por los precios de marzo-abril últimos, y
por los de febrero-marzo de 2011, a la salida de la anterior depredación K de
la ganadería argentina.
En el caso del ternero de
invernada (180-200 kilos), la cotización actual estimada en 375 pesos por kilo
vivo, se ubica un ocho por ciento por debajo de los precios –a moneda
constante– de marzo último, pero ese precio está todavía un 39 por ciento por
encima del promedio de los años 2005-2021.
En noviembre de 2011, el
precio del ternero –a plata de hoy– alcanzó los 433 pesos por kilo, el más alto
de la historia, para caer luego a lo largo de los meses posteriores hasta los
229 pesos de julio de 2013.
Los precios actuales son
buenos, pero han dejado de ser los máximos históricos.
NOVILLITO
En cuanto al precio real del
novillito (300 a 390 kilos) resulta hoy un 46 por ciento más alto que el
promedio de los años 2005-2021, y sólo es inferior a la cotización del
novillito de abril último.
Entre septiembre de 2019 y abril del 2022, en un ciclo inédito, el precio real del novillito subió en 21 de los 31 meses transcurridos.
Tanto para el caso del
novillito gordo, como para el del ternero de invernada, los precios máximos en
términos históricos parecen haber quedado atrás.
En las últimas semanas la
oferta ganadera ha crecido, los campos se han achicado por la seca y el frio,
la demanda externa es menor, los precios FOB han cedido, la incertidumbre local
e internacional es muy grande, el mercado interno parece agotado.
Los valores reales del
ganado ya no son los máximos de la serie, pero siguen en el podio. Las
amenazas: la inflación y la tendencia en el valor de los insumos a crecer por
arriba del IPC y del precio del ganado.