
16Jun
Para pensar
16/06/2022 - Julieta Colella
Invertir más allá de Alberto Fernández
La gestión de
gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner está transitando su tercer
año de mandato, período durante el cual los argentinos transitamos una
pandemia, el peso se depreció más del 100,0%, la inflación escaló a niveles del
60,0% y en el mundo se desencadenó un conflicto bélico, entre otros hechos
destacables. Un año y medio nos separa de las próximas elecciones
presidenciales, momento en el cual conoceremos si el próximo gobierno continuará
bajo la misma línea política que la actual fórmula o si la nueva gestión tomará
un rumbo diametralmente opuesto.
De cara al segundo
semestre del año deberemos tomar decisiones de inversión considerando que nos
enfrentaremos a una economía interna cuyas proyecciones de crecimiento son muy
bajas, las expectativas de inflación muy altas, tasas de depreciación
inferiores a la variación de precios, brechas cambiarias en torno al 100,0%, y
una economía internacional inflacionaria, con bancos centrales implementando
políticas monetarias cada vez más agresivas y restrictivas, en pos de intentar
controlar la inflación.
Teniendo todo esto
en cuenta, consideramos apropiado armar una cartera de inversión, con
instrumentos que, no solo nos permitan sortear los contratiempos de la economía
local e internacional, sino que también nos ofrezcan los mejores rendimientos
posibles.
Al momento de armar
una cartera de inversión resulta esencial destacar la importancia de
diversificar el dinero. La diversificación se refiere a distribuir la inversión
en diferentes instrumentos con el objetivo principal de minimizar el riesgo.
Otro objetivo que se podría perseguir a la hora de diversificar sería construir
un flujo mensual o de menor plazo, ya que hay instrumentos cuyas estructuras
están armadas para pagar intereses de forma trimestral, semestral o anual.
El nivel de riesgo
que se asuma con la inversión dependerá del perfil del inversor. Hay inversores
que están dispuestos a asumir más riesgo para conseguir un rendimiento mayor,
mientras que hay otros que prefieren perseguir un rendimiento menor, soportando
un riesgo inferior.
Al margen del
perfil general de la persona que realice la inversión, también dependerá del
objetivo que se persiga con la inversión en particular. Pensar la inversión
como resguardo de valor a largo plazo es diferente a necesitar un flujo de
dinero mensual para hacer frente a otros compromisos.
Teniendo en
consideración lo detallado hasta el momento, proponemos la siguiente cartera de
inversión.
Instrumentos:
. – Plazo Fijo UVA
. – Bono PR15 2022,
en pesos a tasa variable
. – Bono T2X4, BONTE
2024 CER + 1,55%, en pesos ajustado por inflación
. – Bono TV24 2024,
en dólares, pagadero en pesos, ajustado por la evolución del dólar oficial
. – Bono AL29D,
bono soberano en dólares
. – ON CRESDU 2024,
obligación negociable de la empresa Cresud, en dólares, bajo Ley Argentina
. – Dólar billete
Diversificación del capital:
Del total de la
inversión disponible, proponemos la siguiente distribución:
. – 15,0% = Plazo Fijo
UVA
. – 10,0% = Bono PR15
2022
. – 20,0% = Bono T2X4
BONTE 2024 CER + 1,55
. – 10,0% = Bono TV24
2024
. – 10,0% = Bono AL29D
. – 20,0% = ON
CRESDU 2024
. – 15,0% = Dólar billete
Con respecto a los flujos, con
esta cartera lograríamos tener flujo todos los meses, ya que la estructura de
pagos sería la siguiente:
. – Plazo Fijo UVA “calesita” = suponiendo que se constituye
en junio 2022:
1) 1) A 90 días = vto septiembre 2022, renovación por 90 días
2) 2) A 120 días = vto octubre 2022, renovación por 90 días
3) 3) A 150 días = vto noviembre 2022, renovación por 90 días
. – Bono PR15 2022 = pago trimestral.
Vencimientos: julio 2022 y octubre 2022.
Finaliza en octubre 2022.
. – Bono T2X4 BONTE 2024 CER + 1,55 = pago semestral.
Vencimientos en los meses de enero y julio de cada año.
Finaliza en julio 2024.
. – Bono TV24 2024 = pago semestral.
Vencimientos en los meses de abril y octubre de cada año.
Finaliza en abril 2024.
. – Bono AL29D = pago semestral.
Vencimientos en los meses de enero y julio de cada año.
Finaliza en julio 2029.
. – ON CRESDU 2024 = pago semestral.
Vencimientos en los meses de junio y diciembre de cada año.
Finaliza en junio 2024.
De esta forma, nos quedaría una cartera de inversión distribuida de la siguiente forma:
A) Según la moneda:
. –
40,0% en pesos
. –
60,0% en dólares
B) Según rendimiento:
. –
20,0% U$S Billete
. –
40,0% por variable de ajuste (10,0% por dólar y 30,0% por inflación)
. –
40,0% sin variable de ajuste
C) Según el plazo:
. –
30,0% Corto plazo (a 1 año)
. –
60,0% Mediano plazo (hasta el año 2024)
. –
10,0% Largo plazo (después del año 2024)
Nos pareció
interesante centrar varios instrumentos con vencimiento en el año 2024 ya que,
por ser el primer año de mandato del próximo gobierno, interpretamos que el
mercado descuenta un cambio de coalición gobernante, por lo que las tasas
internas de retorno de dichos instrumentos son superiores a la de otros activos
con vencimientos en otras fechas.
De todas formas, no
quisimos descartar instrumentos que venzan a lo largo de este mismo año, así
como también instrumentos que venzan más allá del próximo gobierno.
Tal como comentamos al principio, esta cartera de inversión es una propuesta que refleja una posible diversificación de capital, distribuida en el tiempo, tanto en pesos como en dólares, con flujos mensuales y de renta fija. Esta cartera no tiene en cuenta instrumentos de renta variable como ser los Fondos Comunes de Inversión, las acciones o las criptomonedas. En próximas notas estaremos presentando alternativas de inversión que contemplen dichos activos.