
14May
Me gusta el campo
14/05/2025 - Marianela De Emilio
Evolución mundial de trigo y desafíos locales
El mercado de trigo ha evolucionado en el
mundo, con mayor producción, mayor diversidad de calidades y amplia adaptación
a diferentes ambientes productivos. Argentina, uno de los primeros países que
fue referente mundial en trigo, actualmente no ocupa los primeros lugares en
producción ni exportación, y es tomador de precios internacionales para la
formación de precio local. Es importante entonces conocer el panorama global
que direcciona los precios y los desafíos a los que el trigo argentino se
enfrenta.
Ø Evolución
del consumo mundial
El
consumo mundial de trigo muestra menor tasa de crecimiento para los últimos 30
años comparado con el aumento de consumo de maíz y soja. Desde 1996 hasta las
actuales proyecciones de 25/26, según el último informe de oferta y demanda
mundial del USDA, el consumo mundial de trigo se ha elevado en 141%, mientras
el consumo de maíz y soja se ha más que duplicado y triplicado respectivamente.
Uno de los motivos más destacados es el uso de maíz y soja para producir
biocombustibles, además de otras variables que no están en estudio en este
informe. Si se considera el crecimiento del consumo de granos en función del
crecimiento demográfico mundial, puede verse la evolución de consumo por
habitante por año, donde trigo muestra una tasa de crecimiento negativa del -6%
para las últimas tres décadas, pasando de consumir en promedio 97 kg de trigo
por habitante por año a 91 kilos, muy diferente del crecimiento que muestra
maíz y soja, con 52% y 111% más de consumo por habitante. Gran proporción de
estos tres granos se usa para consumo animal y, como se dijo más arriba, para
bioenergéticos, por lo que esta relación no significa que cada persona consume
este volumen de granos, sino que los granos son consumidos para, directa o
indirectamente, aportar bienes y servicios a la población mundial.
Así, la evolución del consumo muestra una tracción débil de la demanda de trigo comparado con los otros dos granos, así como una mayor relación al consumo humano respecto de maíz y soja, que puede verse en el cambio temporal de hábitos de consumo durante el período de cuarentenas en 2020, que se tradujo en un consumo récord de 100 kg por persona por año. Esto deja al mercado de trigo como uno de los más vulnerables y dependientes a cambios de la oferta, dado que la demanda, en condiciones normales, es muy inelástica y en los últimos cinco años se muestra en franco retroceso.
Ø Evolución
de precios y relación stock/consumo
Uno de los indicadores más usados para interpretar la dirección de precios de granos es la relación stock/consumo mundial, por representar la proporción de granos que consume el mundo, que queda en stock para el año siguiente, como resguardo de agro alimento que podría ser usado en caso de que al año siguiente ocurra algún problema productivo.
En
el gráfico puede verse la relación que existe entre la evolución de precios
internacionales respecto de la relación stock/consumo, a mayor relación
stock/consumo menor nivel de precios y viceversa. Aunque desde la campaña 22/23
se observa un decrecimiento constante en la relación stock/consumo, que pasó de
35% a 33%, y los precios no han cambiado de tendencia, presionados a la baja,
llegando a, por poner un ejemplo, precios semejantes a los que hubo cuando la
relación stock/consumo fue del 40% en la 19/20, lo que no permite proponer
expectativas de subas a pesar de ser un mercado que no se expande en oferta y
no eleva significativamente su stock global.
Argentina, que destina más del 60% de su trigo a exportaciones, direcciona los precios locales según la evolución de los internacionales, como se observa en el siguiente gráfico. Aunque puede verse cierto despegue del precio local por encima del internacional, los movimientos de precios acompañan la tendencia de Chicago.
Es
importante destacar que la tendencia actual de precios de trigo es lateral
bajista, sin expectativas de subas, en la medida que las proyecciones de buen
nivel de cosecha en el hemisferio norte resulten, lo que se concretara a partir
de las próximas dos semanas por inicio de cosecha, sumado a que se diluyan los
conflictos internacionales que dificultan las relaciones comerciales entre
exportadores e importadores.
Ø Competitividad
exportadora
Más del 26% del trigo que se produce en el mundo es exportado, por lo que el mercado exportador gobierna más de un cuarto del mercado mundial de trigo. En los gráficos se observan los principales exportadores e importadores de trigo y las proporciones del mercado exportador que cada país o grupo de países tiene.
Mientras
54% de las importaciones se concentra en 28 países ubicado al oeste del
hemisferio norte, 45% de las exportaciones provienen de orígenes cercanos a
ellos, Rusia, Ucrania y la Unión Europea, dejando una proporción de esa demanda
disponible para países más alejados.
De
todos los orígenes que exportan trigo, Argentina es el más alejado de los
grandes importadores del norte, mientras Brasil resulta el destino más
estratégico para nuestro país. Dado que Brasil demanda un volumen semejante a
la mitad de la oferta exportable local, es fundamental sostener buenas
condiciones comerciales con el vecino país, para lograr el mayor grado de
demanda posible, y además desarrollar competitividad exportadora para compensar
los mayores costos logísticos que representa comprar trigo argentino comparado
con el resto de los exportadores para los demás destinos. Tener condiciones
macroeconómicas predecibles, un tipo de cambio competitivo y un volumen y
calidad de trigo acorde a la demanda global, son algunas de las condiciones que
suman al desarrollo del mercado exportador de trigo argentino.
Conclusiones
El trigo argentino forma parte de un mercado
mundial muy complejo, con una demanda que crece lentamente y una oferta muy
diversa. Los precios locales, sujetos a los internacionales, no ofrecen
rentabilidad en el contexto actual, por lo que es fundamental retomar líneas de
desarrollo tanto productivas como comerciales, para elevar la competitividad de
este cultivo, que de lo contrario perderá superficie de siembra debido a sus
márgenes negativos.
Marianela De Emilio; Ing. Agr. Msc. Agro negocios; deemilio.marianela@inta.gob.ar;
INTA CIEP