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Para pensar

06May

Para pensar

06/05/2022 - Julieta Colella

La inflación no es funcional a la recaudación



¿La inflación es buena o mala? Cualquier persona respondería, sin pensarlo, que la inflación es un fenómeno nocivo para la economía de un país. Sin embargo, algunos analistas económicos consideran que la elevada variación de precios le es funcional al gobierno de turno por lo que, un fuerte descenso de la inflación, podría ser perjudicial para la gestión política.


A partir del último dato de recaudación al mes de abril, publicado por el ministerio de economía, se conoció que la recaudación total, acumulada 12 meses, había experimentado un incremento interanual de 61,7%. Como la recaudación está medida a precios corrientes, para conocer el resultado real, es fundamental comparar dicha variación con la inflación del período. En este caso, al igual que durante el último año, y suponiendo que la inflación anual al mes de abril estará en torno a 57,0%, la recaudación total habría crecido a una tasa superior, lo cual demuestra una expansión real.


A partir de comprar la recaudación y la inflación a lo largo del tiempo, identificamos un marcado patrón de comportamiento. Durante el año 2015, la recaudación creció por arriba de la inflación. Al año siguiente, ocurrió al revés. La variación interanual de precios experimentó un salto inflacionario el cual generó que la inflación se posicione en niveles en torno al 40,0% anual, cuando venía viajando a un ritmo inferior al 30,0%. Nuevamente, esta situación duró 12 meses. Durante el año 2017, los niveles de inflación descendieron a la zona del 25,0% y la recaudación tomó fuerza, llegando a superar a la inflación en más de 10 puntos porcentuales.


Pasado el primer trimestre del año 2018, la tendencia volvió a cambiar, esta vez con la diferencia de sostenerse mucho más en el tiempo. En esta oportunidad la recaudación creció por debajo de la inflación hasta mayo 2021, mes en el cual logró crecer a una tasa de 52,8% frente a una inflación anual de 48,5%. La pregunta obligada sería si, de cara a conocer el dato de recaudación al mes de mayo 2022, el comportamiento de cambiar de tendencia cada un año vuelve a cumplirse, tal como ocurrió durante los años previos a la crisis desencadenada durante mitad de mandado de Mauricio Macri. Siendo que desde diciembre 2021 la recaudación total, acumulada 12 meses, desaceleró su crecimiento, y considerando que la inflación en mayo podría ubicarse por arriba de 60,0%, lo más probable es que vuelva a cambiar de tendencia, y pase a crecer por debajo de la inflación. La segunda pregunta obligada sería si es un suceso que va a repetirse durante los próximos 12 meses, si se va a extender en el tiempo o a cambiar de tendencia antes de lo previsto.





Algo similar ocurrió con la tasa de devaluación. Si bien los cambios de tendencia no son tan marcados al cabo de un año como ocurrió con la tasa de inflación, vemos que, frente a cada salto devaluatorio, la recaudación total desaceleró su crecimiento, mientras que, cuando la tasa de devaluación cayó, la recaudación total se fortaleció.


Como conclusión general podemos decir que cuando hay un aumento de inflación y de la tasa de devaluación, la recaudación cae. Por lo tanto, se echaría por tierra la teoría de aquellos analistas que consideran que la inflación es funcional al gobierno.


Para los próximos meses, considerando que vamos a experimentar tasas de inflación superiores al 60,0% y que el BCRA viene acelerando la tasa de devaluación, se complicarían las cuentas públicas del Estado, ya que la recaudación caería y al gobierno le costaría cada vez más financiarse a través del mercado. A raíz de esto último, se encendieron las alarmas porque el gobierno, al último día hábil de abril, tuvo que volver a recurrir a la emisión monetaria para cubrir todas las erogaciones del mes. Si bien no emitió una cantidad alarmante, es un dato para prestarle atención y seguir de cerca.


De todas formas, a pesar de que la recaudación total al mes de mayo podría crecer por debajo de la inflación, hay algunos rubros que podrían mostrar un buen desempeño. Es el caso, por ejemplo, de la recaudación por los derechos de exportación porque consideramos que habrá más liquidaciones de soja, ya que, durante el mes de abril, por cuestiones coyunturales, no hubo grandes liquidaciones, lo que dejó como resultado que los derechos de exportación solo crezcan un 21,9%. Al margen de lo que ocurra con las exportaciones, los impuestos ligados a lo patrimonial, como el Impuesto a las Ganancias y Bienes Personales, presentan vencimientos importantes durante los próximos meses, por lo que también podrían ser partidas que crezcan por arriba de la inflación. Seguramente los tributos más ligados al consumo, como el IVA Consumo o el impuesto a los Débitos y Créditos sean los que tengan mayor incidencia negativa en la recaudación total y los más golpeados en este escenario recesivo de alta inflación y devaluación.

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