21Jun
Gente joven
21/06/2022 - Gente joven
Kit de impuestos para principiantes: qué debería saber un emprendedor
Elección de la estructura formal
para tu startup
En la fase inicial de una
startup, los recursos están concentrados en la ideación de un producto,
conocido como Producto Mínimo Viable (MPV) que logre la validación del mercado.
Justamente, por tratarse de un periodo de prueba, suele haber un alto riesgo
para los fundadores. Es por eso que, si estás en esta etapa, te recomendamos elegir
una estructura formal con bajos costos administrativos como las siguientes
alternativas:
Unipersonal vía Monotributo
El Monotributo es la opción más
económica y fácil de administrar para comenzar un emprendimiento de manera
unipersonal. Se trata de un régimen simplificado bajo el cual, con el pago de
una cuota fija mensual según la categoría correspondiente, se cubre el pago del
componente impositivo (comprende el Impuesto al Valor Agregado e Impuesto a las
Ganancias), aportes jubilatorios y Obra Social. La cuota mínima es de $
3.334,24, lo cual lo hace muy accesible para comenzar a operar.
Es conveniente utilizar este
régimen cuando se tiene volúmenes de ventas bajos que no superen los límites
anuales máximo por categoría que hoy ascienden a $ 3.276.011,15 para servicios
(aprox. $ 273.000 mensuales) y
$4.662.015,87 (aprox. $ 388.501 mensuales) para actividades de venta de
bienes. Con el monotributo se pueden realizar hasta tres actividades distintas
o tener hasta tres unidades de explotación, e inclusive registrar empleados.
Unipersonal vía Régimen General
El Régimen General previsto por
la AFIP es una opción más compleja que la anterior y demanda mayores
obligaciones fiscales. Entre ellas:
Impuesto al Valor Agregado (IVA):
Presentando una Declaración Jurada mensual.
Impuesto a las Ganancias:
presentando una Declaración Jurada anual.
Presentación mensual del Régimen
de Información de Compras y Ventas.
Aporte al Régimen de Trabajadores
Autónomo como aporte jubilatorio.
Pago de una obra social voluntario.
Unipersonal vía Sociedad por
Acciones Simplificada (S.A.S.)
A partir de la creación de las
SAS se puede crear una sociedad de un solo socio. De esta manera es posible
llevar un emprendimiento unipersonal con esta estructura. Como cualquier
sociedad, se debe tributar por el régimen general, debiendo cumplimentar
obligaciones formales como llevar libros y registraciones contables y legales
de sus operaciones. Si bien los costos de mantenimiento son más elevados que
las dos opciones anteriores, las ventajas corren por la limitación que tienen
los accionistas en su responsabilidad, quienes ante cualquier conflicto o
litigio sólo responderán por el capital aportado, manteniendo su patrimonio
personal a resguardo.
Asociativa vía S.A./S.R.L.
Las tres opciones anteriores son
ideales para emprendimientos unipersonales. No obstante, cuando son dos o más
socios los que realizan aportes, poseen derechos y asumen obligaciones sobre el
negocio, es necesario considerar otras estructuras para regular el alcance y
responsabilidades de cada integrante.
La necesidad de incorporar
inversores que apuesten al proyecto, el perfil e imagen que se quiere
transmitir o la estructura organizacional son otras de las tantas razones que
justifican considerar conformar una S.A o S.R.L.
Inscripciones
Una vez elegida la estructura
formal a operar, el siguiente paso será realizar las inscripciones impositivas
ante el fisco nacional (AFIP) como también ante él o los fiscos provinciales
dependiendo en qué provincias vayan a desarrollar su negocio. En esta línea,
las inscripciones se realizan vía la página de web de AFIP para impuestos
nacionales (Monotributo, IVA, Impuesto a las Ganancias, Autónomos, etc.) o del
fisco provincial en caso de Ingresos Brutos para contribuyentes locales.
Autorización para facturar
En principio, para poder facturar
se debe dar de alta el punto de venta y solicitar autorización para facturar
ante AFIP. El trámite se realiza online desde la página web del fisco
ingresando a los servicios “Administración de puntos de Ventas” y “Comprobantes
en Línea”.
En resumen, cada emprendimiento es único y la elección de su estructura dependerá de múltiples factores: la etapa de madurez en la que se encuentra, las responsabilidades que están dispuestos a asumir los socios y cuáles son sus proyecciones a futuro. Si estas proyecciones requieren de una mayor validación, es importante diseñar buenos procesos y una estructura que soporte la escalabilidad. Conocer estos conceptos de antemano permitirá crear una estructura acorde que no genere grandes costos al inicio, un punto clave para evitar gastos y tiempos innecesarios. Formalizar tu negocio haciendo un diagnóstico inicial permite focalizar recursos en el producto y en la validación de mercado.