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Informes de Salvador Di Stefano

15Jun

Informes de Salvador Di Stefano

15/06/2022 - Salvador Di Stefano

Tasas del 66% anual y dolarización de carteras



El gobierno muestra un elevado déficit fiscal, la consecuencia es que no encuentra financiamiento y debe pagar tasas abusivas, el dólar como refugio sube $ 240.


El gobierno comenzó a tener problemas para financiar su elevado déficit fiscal que, en los últimos 12 meses, suma la friolera de $ 2.456.349 millones, o su equivalente en dólares oficiales de U$S 21.302 millones. Estos datos son el acumulado de los últimos 12 meses desde abril de 2022 (último dato disponible).


El stock de deuda en pesos es muy elevado, ya que asciende al equivalente en dólares de U$S 43.347 millones en deuda en pesos a tasa variable, y U$S 73.231 millones en deuda en pesos ajustada por CER.


La tasa variable a la que se endeuda el Estado es del 65,0% anual, y el mercado solo le presta hasta el mes de noviembre 2022. Más allá de dicha fecha el Estado le coloca pesos ajustados por inflación más una tasa adicional, con niveles de tasas estrafalarios.


Si tomamos la tasa variable a la que se endeuda el Estado al mes de octubre 2022, se ubica en el 65,6% anual, y a igual plazo se endeuda a tasa actualizada por inflación más un 3%, esto implica que el mercado descuenta una tasa de inflación del 62,6% para los últimos 12 meses, la inflación de mayo anualizada suma 60,7% anual, esto implica que el mercado descuenta más inflación.


El mercado no desea financiar al Estado más allá del mes de noviembre y la tasa del 65% anual es el costo de oportunidad de los negocios en Argentina. Por no hacer nada, el Estado te paga el 65% anual, esto implica que estamos en problemas para capturar nuevas inversiones.

El gráfico muestra las letras con descuento a tasa variable llamadas LEDES y las letras con descuento ajustadas por inflación que se llaman LECER.





La deuda en pesos ajustada por inflación es muy elevada y muestra tasas de rendimientos escalofriantes. Por ejemplo, un bono como el T2X3 con vencimiento en agosto del año 2023, tiene un rendimiento anualizado de inflación más el 11,0% anual. Si estimamos que la inflación de los próximos 12 meses podría ubicarse en el 75% anual, este bono en pesos ajustado por inflación tiene un rendimiento potencial del 86% anual. En el caso de un bono más largo como el T2X4 con vencimiento en julio de 2024, dentro de 2 años y un mes, el rendimiento es inflación más el 16,9%, estimando una inflación del 75% anual, su rendimiento ascendería a 91,9% anual.


Dicen que cuando la limosna es grande hasta el santo desconfía, los bonos en dólares de la deuda argentina muestran rendimientos exageradamente elevados. La deuda en dólares de nuestro país asciende a U$S 253.010 millones, la tasa de un bono en dólares con vencimiento en el año 2030 asciende a una tasa interna de retorno del 40,5% anual, esto coloca a este bono en una paridad del 23,0% esto implica un precio de cesación de pagos.


Curva de rendimiento de bonos en dólares y en pesos, las tasas son altas que expulsan a la inversión.  




Con las tasas que rinden nuestros bonos está claro que Argentina no les genera confianza a los inversores. De nada sirvió reestructurar la deuda en dólares en el año 2020, y menos aún la renegociación de la deuda con el FMI. Reestructurar deuda solo fue un trámite administrativo que el actual gobierno no pudo coronar generando más confianza accediendo a los mercados financieros internacionales y locales a tasas inferiores a las que colocó el gobierno de Mauricio Macri.


El verdadero problema de Argentina es el déficit fiscal, en la medida que el gobierno no de una señal de que achicará el déficit, el mercado le seguirá pidiendo más tasa de interés.


Cuando el gobierno no achica el déficit, el mercado comienza a quitarle financiamiento lo que eleva la tasa de rendimiento de la deuda en pesos y en dólares. Ese dinero comienza a migrar de estar colocado en deuda estatal a comprar dólares alternativos.


Los dólares alternativos son tres, el primero de ellos es el dólar bolsa, lo puede comprar cualquier persona que tenga dinero en la cuenta de un banco y desee comprar dólares utilizando como herramienta un título de la deuda pública. Este dólar ya cotiza en torno de los $ 230 y podría seguir a la suba mientras el gobierno derroche desconfianza.


El segundo dólar alternativo es el dólar contado con liquidación, con pesos colocados en una cuenta bancaria local se compra un bono argentino y se vende el bono en el exterior, se utiliza para sacar dinero del país, su cotización se ubica en $ 240.


Por último, el tercer dólar alternativo es el popularmente conocido como dólar blue, es el viejo dólar negro o informal, el que le comprás al arbolito en la calle o en la cueva financiera, con dinero efectivo y sin registro en los organismos de control, este dólar cotiza en torno de $ 225.


Con la crisis que vive el gobierno en materia fiscal, la desconfianza de los inversores que han dado un paso al costado a la hora de financiar al Estado, la suba de tasas de retorno de los bonos en pesos y un escenario más inflacionario, muchos ahorristas comenzaron el viaje de regreso a la calidad, buscando dolarizar sus carteras, en un contexto local e internacional de alta incertidumbre.


Conclusión


La alta volatilidad en el precio de las letras y bonos en pesos en el mercado está relacionado exclusivamente al alto déficit fiscal que muestran las cuentas públicas y la poca confianza que genera el gobierno a la hora de buscar fondos para financiarlo.


La dolarización de carteras recién comienza, con lo cual podemos ver precios crecientes para los dólares alternativos, con objetivos claros en torno de $ 240/ $ 250 para una primera etapa, para fin de año veremos valores mucho más elevados.


Para fin de mes tendremos un gran vencimiento de deuda en pesos, auguramos que el gobierno lo podrá sortear sin problemas, pero convalidando tasas más elevadas a las obtenidas un mes atrás.


La tasa de interés es la fiebre, el diagnóstico de la enfermedad es un alto déficit fiscal y la consecuencia de esto es la debilidad de la economía agobiada por un dólar muy elevado que genera un estado de agotamiento en los inversores.


Para resolver este problema hay que tener superávit fiscal, a como dé lugar, de esta forma el gobierno buscaría menos dinero en el mercado, la tasa de interés disminuiría, el gobierno no emitiría pesos, bajaría la inflación y el precio del dólar descendería. Si hacemos lo contrario a lo recomendado, a prepararse para convivir en un entorno de alta inflación, devaluación y tasas de interés más altas que las actuales. En este contexto será difícil crecer y generar más empleo.  


En nuestros Informes Privados te daremos recomendaciones para ahorrar en instrumentos financieros que te permitan proteger tus ahorros. Para empresas un diagnóstico de cómo transitar esta coyuntura, hacer un escudo fiscal para pagar menos impuestos y crecer en un contexto adverso.

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